lunes, 10 de febrero de 2014

Curiosidades de Robert Louis Stevenson que te encantará saber

No juzgues cada día por la cosecha que recoges, 
sino por las semillas que plantas.

Robert de niño
     Como escritor, en su corta vida supo hacer lo que hoy está irrigado en el terreno de los jóvenes, una hermosa obra narrativa y poética, llena de aventura, misterio y mucha sabiduría. No es por suerte que Robert sea uno de los más recordados por los chicos por su ágil escritura y su forma de cautivarnos. A continuación, curiosidades que no está de más saber acerca del escritor:


- La familia de Robert se dedicaba a construir faros (padre, abuelo, primos, tíos...)

- Su verdadero nombre era Robert Lewis Stevenson, pero su padre le cambió el nombre por Louis a los 18 años, debido a que en aquel tiempo existió un político radical del mismo nombre, y  temía que lo confundieran.

- Su mayor influencia para hacer literatura fue su niñera Alison Cunningham, quien le contaba historias de terror a Robert cuando tenía que dormir.

- Otra gran influencia de su juventud fue el gran número de viajes que realizó junto a su padre. Esto, como era de esperar, motivó muchos de los lugares en los que sus personajes viven exóticas aventuras (islas, junglas, mares desconocidos...).

- Desde joven, a Stevenson le empezó a fascinar la idea de crear sus propias novelas, así que, con sólo 16 años, se decidió a publicar su primer libro. Este libro, una novela histórica, le hacía mucha ilusión, así que su padre tuvo que recurrir a un pequeño negocio con los editores: Si ponían a la venta el libro de su hijo, él se comprometería a pagar los ejemplares que no se vendieran tras un determinado plazo. Evidentemente, y teniendo en cuenta la edad del autor, eso era una pérdida de dinero asegurada, pero era un pequeño sacrificio que su padre estaba dispuesto a pagar a cambio de mantener viva la ilusión de Stevenson (y, por otro lado, esta pequeña artimaña era algo casi "habitual" en aquella época y no se veía de forma rara).

- Con el paso del tiempo, el joven Stevenson cada vez se alejaba más y más de la forma de vida de sus padres. Empezó a tener un estilo de vida bohemio, dejándose el pelo largo y rechazando los ideales de su padre, incluso abandonando la religión. Según escribió él mismo, su padre y su madre decían que era el mayor fracaso de sus vidas y que les había decepcionado.




- Algo que marcó fuertemente la vida de Stevenson fue su debilidad de salud y el riesgo de padecer tuberculosis, así que nunca estuvo de acuerdo con la idea de quedarse en las Islas Británicas y su frío clima. Pasó por Francia en busca de unas temperaturas más templadas y, tras la muerte de su padre, decidió marcharse a Colorado, en América.

- Aquellos viajes marcaron profundamente a Stevenson, que decidió establecerse en uno de los lugares que había visitado: La isla Upolu, en Samoa. Allí, se compró alrededor de 1'6 kilómetros cuadrados de tierra y decidió establecer su nuevo hogar alejado de Europa, donde viviría hasta el final de sus días. También se cambió el nombre por Tusitala, que en el lenguaje de los nativos significaba "narrador de cuentos".



En Upolu pasó por una época de enorme creatividad, aunque algo escalonada: En un principio escribió un gran número de libros, pero luego empezó a pensar que su genio para escribir se había agotado y que no tenía más ideas. Fue entonces cuando, algo deprimido y pensando que ya no iba a publicar ningún otro buen libro, empezó a escribir lo que él consideraba como su obra maestra, "El weir Hermiston". Se dice que incluso llegó a exclamar: "¡Es tan bueno que me da miedo!". Sin embargo, y para desgracia de todos los lectores, murió antes de terminarlo, dejando incompleta la que, según los expertos, tenía pinta de ser su mejor obra.